4. Fueron derribados en su presencia los altares de los Baales, e hizo pedazos los incensarios que había encima de ellos; destrozó los postes sagrados y los ídolos esculpidos o de metal fundido, los redujo a polvo, y lo esparció sobre las tumbas de los que les habían ofrecido sacrificios.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina