16. El rey Asá despojó incluso del rango de Reina Madre a su abuela Maacá, por haber dedicado un horrendo fetiche a la diosa Aserá. Asá eliminó ese fetiche, lo redujo a polvo y lo quemó en el torrente Cedrón.





“Que Nossa Senhora aumente a graça em você e a faça digna do Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina