12. Las vacas se fueron derecho por el camino de Bet Semes; iban mugiendo, siempre por el mismo sendero, sin desviarse ni a la derecha ni a la izquierda. Y los príncipes de los filisteos las siguieron hasta la frontera de Bet Semes.





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina