13. Por eso lo apartó de su lado, constituyéndolo jefe de un millar de hombres. Así David iba y venía al frente de las tropas.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina