2. Pero como el Señor estaba con José, la suerte lo favoreció, y quedó en la casa de su patrón, el egipcio.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina