24. El espíritu me elevó y me llevó a Caldea, donde estaban los deportados. Esto sucedió en una visión, por obra del espíritu de Dios. Luego se alejó de mí la visión que yo había contemplado,





“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina