13. A pesar de esto, el Faraón persistió en su obstinación y no los escuchó, como el Señor lo había predicho.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina