27. los judíos instituyeron para ellos mismos, para sus descendientes y para todos sus adeptos, la tradición irrevocable de celebrar anualmente esos dos días, según lo dispuesto en aquel escrito y en la fecha fijada.





“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina