22. Pero el Señor no renuncia jamás a su misericordia ni deja que se pierda ninguna de sus palabras: él no hará desaparecer la posteridad de su elegido, ni exterminará la estirpe de aquel que lo amó. Por eso, le dio un resto a Jacob, y a David una raíz nacida de él.





“Na igreja se fala somente com Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina