Eclesiástico, 27
30. También el rencor y la ira son abominables, y ambas cosas son patrimonio del pecador.
30. También el rencor y la ira son abominables, y ambas cosas son patrimonio del pecador.
“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina