10. El día veinticuatro del noveno mes, el segundo año de Darío, la palabra del Señor llegó al profeta Ageo, en estos términos:





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina