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  • Balaán se levantó de mañana y dijo a los jefes que había enviado Balac: "Partid para vuestra tierra, pues el Señor no me deja ir con vosotros". (Números 22, 13)

  • "El día de las primicias, cuando vayáis a presentar al Señor la ofrenda de los frutos nuevos en vuestra fiesta de las semanas, tendréis asamblea santa; no haréis ningún trabajo. (Números 28, 26)

  • Moisés les dijo: "Si cumplís vuestra palabra, si estáis prontos al combate a las órdenes del Señor (Números 32, 20)

  • entonces, una vez sometida la tierra al Señor, podréis volver y quedaréis exonerados ante el Señor y ante Israel, y este territorio será vuestra propiedad en presencia del Señor. (Números 32, 22)

  • "Ordena a los israelitas: Cuando entréis en la tierra de Canaán, el territorio de vuestra heredad será el siguiente: la tierra de Canaán según sus fronteras. (Números 34, 2)

  • La región meridional de vuestra heredad empezará en el desierto de Sin, que confina con Edón. Vuestra frontera meridional, por la parte oriental, arrancará del extremo del mar Muerto. (Números 34, 3)

  • Continuará por Zefrón para terminar en Enán. Ésta será vuestra frontera norte. (Números 34, 9)

  • Vuestra frontera oriental irá de Jasar Enán a Sefán. (Números 34, 10)

  • La frontera seguirá entonces el río Jordán hasta llegar al mar Muerto. Ésta será vuestra tierra y las fronteras que la rodearán". (Números 34, 12)

  • Me pareció bien vuestra propuesta y elegí doce hombres de entre vosotros, uno por tribu. (Deuteronomio 1, 23)

  • Por culpa vuestra, el Señor se irritó incluso contra mí, y me dijo: Tampoco tú entrarás en ella. (Deuteronomio 1, 37)

  • Pero el Señor se irritó contra mí, y por vuestra culpa no me escuchó. Me dijo: ¡Basta ya, no me hables más! (Deuteronomio 3, 26)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina