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  • Procúrese el Faraón un hombre inteligente y sabio y póngalo al frente de Egipto. (Génesis 41, 33)

  • Y el Faraón les dijo: "¿Encontraremos un hombre en quien esté el espíritu de Dios como en éste?". (Génesis 41, 38)

  • El Faraón dijo a José: "Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay hombre tan inteligente y sabio como tú; (Génesis 41, 39)

  • "El hombre que es señor del país nos habló duramente y nos tomó por espías contra el país. (Génesis 42, 30)

  • Pero aquel hombre, señor del país, nos respondió: De este modo sabré si sois sinceros: dejad conmigo aquí uno de vuestros hermanos, tomad lo necesario para vuestras familias hambrientas y partid. (Génesis 42, 33)

  • Judá le dijo: "Aquel hombre nos advirtió expresamente que no seríamos admitidos de nuevo en su presencia sin nuestro hermano menor. (Génesis 43, 3)

  • pero si no le dejas venir, no bajaremos porque aquel hombre nos dijo expresamente que no seríamos admitidos de nuevo en su presencia sin nuestro hermano menor". (Génesis 43, 5)

  • Israel dijo: "¿Por qué me habéis hecho este mal diciendo a aquel hombre que teníais otro hermano?". (Génesis 43, 6)

  • Ellos respondieron: "Aquel hombre nos preguntó expresamente por nuestra familia, diciendo: ¿Vive todavía vuestro padre? ¿Tenéis más hermanos? Y nosotros contestamos a sus preguntas. ¿Cómo íbamos a suponer que nos iba a decir que lleváramos a nuestro hermano?". (Génesis 43, 7)

  • Israel, su padre, les dijo: "Ya que así tiene que ser, hacedlo; tomad en vuestro equipaje de lo mejor de la tierra y llevádselo a aquel hombre como regalo: bálsamo y miel, aromas y mirra, nueces y almendras. (Génesis 43, 11)

  • Llevad también a vuestro hermano. Andad, volved donde aquel hombre. (Génesis 43, 13)

  • Que el Dios todopoderoso haga que aquel hombre sea benévolo con vosotros y os deje traer libre al otro hermano vuestro y a Benjamín. En cuanto a mí, si he de verme privado de mis hijos, que así sea". (Génesis 43, 14)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina