Found 168 Results for: vestidos

  • supuesto que seamos hallados vestidos y no desnudos. (II Corintios 5, 3)

  • De la misma manera, que las mujeres se presenten vestidas con decencia, con recato y modestia, no con peinados llamativos, ni con oro, perlas o vestidos costosos, (I Timoteo 2, 9)

  • Vuestra riqueza se ha podrido y vuestros vestidos se han apolillado. (Santiago 5, 2)

  • Lo importante no es el adorno exterior, compuesto de peinados, joyas y vestidos, (I Pedro 3, 3)

  • Pero tienes todavía en Sardes algunas personas que no han manchado sus vestidos; ellas caminarán conmigo con vestiduras blancas, porque son dignas de ello. (Apocalipsis 3, 4)

  • Alrededor del trono había veinticuatro tronos, sobre los que estaban sentados veinticuatro ancianos, vestidos de blanco y con coronas de oro en la cabeza. (Apocalipsis 4, 4)

  • Después de esto vi aparecer una gran muchedumbre, que nadie podía contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua. Estaban en pie delante del trono de Dios y delante del cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. (Apocalipsis 7, 9)

  • Uno de los ancianos tomó la palabra y me dijo: "Esos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?". (Apocalipsis 7, 13)

  • Yo haré que mis dos testigos profeticen vestidos de saco durante mil doscientos sesenta días". (Apocalipsis 11, 3)

  • y los siete ángeles que tenían las siete plagas salieron del templo vestidos de lino puro y brillante y ceñidos con cinturones de oro. (Apocalipsis 15, 6)

  • Y los ejércitos celestes lo acompañan sobre caballos blancos, vestidos de lino fino, blanco y limpio. (Apocalipsis 19, 14)

  • Dichosos los que lavan sus vestidos para tener derecho al árbol de la vida y a entrar en la ciudad por las puertas. (Apocalipsis 22, 14)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina