Found 64 Results for: torrente

  • Aquel día el Señor hizo un pacto con Abrán en estos términos: "A tu descendencia doy esta tierra, desde el torrente de Egipto hasta el gran río, el Éufrates: (Génesis 15, 18)

  • Partiendo de Asemón, la frontera torcerá hacia el torrente de Egipto y morirá en el mar. (Números 34, 5)

  • Ahora levantaos y atravesad el torrente Zared. Y cruzamos el torrente Zared". (Deuteronomio 2, 13)

  • "Desde Cades Barne al torrente Zared, vuestro viaje duró treinta y ocho años, lo suficiente para que desapareciera de en medio del campamento toda la generación en edad de guerra, tal como el Señor lo había jurado. (Deuteronomio 2, 14)

  • Levantaos, partid y pasad el torrente del Arnón. Yo entrego en tus manos a Sijón, rey de Jesbón, el amorreo, y a su país. (Deuteronomio 2, 24)

  • Solamente te quedó sin conquistar la tierra de los amonitas, la región del torrente Yaboc, las ciudades de la montaña y todo lo que te había prohibido el Señor, nuestro Dios". (Deuteronomio 2, 37)

  • De esta manera conquistamos a los dos reyes amorreos toda la Transjordania, desde el torrente Arnón hasta el monte Hermón. ( (Deuteronomio 3, 8)

  • Tomé entonces el becerro que os habíais hecho, que era causa de vuestro pecado, lo eché al fuego y, moliéndolo bien hasta reducirlo a polvo, lo tiré al agua del torrente que bajaba de la montaña. (Deuteronomio 9, 21)

  • Yo te traeré allí, al torrente Quisón, a Sísara, el jefe del ejército de Yabín, con sus carros y sus tropas, y lo entregaré en tus manos". (Jueces 4, 7)

  • David tomó su cayado, escogió en el torrente cinco piedras bien lisas y las metió en su zurrón de pastor; tomó la honda y avanzó hacia el filisteo. (I Samuel 17, 40)

  • Todo el mundo lloraba a voz en grito. El rey estaba de pie en el torrente Cedrón, y todo el pueblo desfiló delante de él por el camino que lleva al desierto. (II Samuel 15, 23)

  • Si se retira a una ciudad, todo Israel llevará cuerdas a esta ciudad y la arrastraremos al torrente, hasta que no quede en ella ni una piedra". (II Samuel 17, 13)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina