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  • lo instaló Moisés poniendo los tablones, las barras, los travesaños, y levantó las columnas. (Exodo 40, 18)

  • Partirá el animal en dos mitades, un ala por cada lado, sin separarlas totalmente, y el sacerdote lo quemará sobre la leña que arde encima del fuego que está sobre el altar: es un holocausto, una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor. (Levítico 1, 17)

  • El sacerdote lo quemará sobre el altar. Es un alimento quemado, un perfume agradable. Las grasas pertenecen en su totalidad al Señor. (Levítico 3, 16)

  • El novillo será llevado fuera del campo, y será quemado en la misma manera que lo había sido el anterior: tal es el sacrificio por el pecado de la comunidad. (Levítico 4, 21)

  • Los presentará al sacerdote, que ofrecerá primero el del sacrificio por el pecado; desgarrará la cabeza de la víctima junto a la nuca, sin separarla totalmente; (Levítico 5, 8)

  • Esta ofrenda será presentada por el sacerdote que sea consagrado entre los descendientes de Aarón. Es derecho perpetuo del Señor; será totalmente quemada. (Levítico 6, 15)

  • Toda ofrenda de sacerdote será totalmente quemada; no se comerá nada". (Levítico 6, 16)

  • y dijo a Aarón: "Toma un becerro para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto, los dos sin defecto, y preséntalos delante del Señor. (Levítico 9, 2)

  • Cualquier alimento preparado con el agua que había dentro quedará impuro; igualmente toda bebida tomada en tales recipientes quedará impura. (Levítico 11, 34)

  • Cualquier objeto sobre el que caigan los cadáveres de estos animales quedará impuro; horno y hornillo serán destruidos, porque son impuros, y como tales deben ser tratados. (Levítico 11, 35)

  • Tal es la ley para los casos de lepra en un vestido, de lana o de lino, de tela o de punto, o en cualquier objeto de cuero, cuando se trata de declararlos puros o impuros". (Levítico 13, 59)

  • Tales son las instrucciones en todos los casos de lepra o tiña, (Levítico 14, 54)


“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina