Found 24 Results for: persiguió

  • Repartió sus hombres para asaltar de noche a los enemigos; los derrotó y los persiguió hasta Joba, que está al norte de Damasco. (Génesis 14, 15)

  • y, tomando consigo a sus hermanos, le persiguió por espacio de siete días, hasta darle alcance en los montes de Galaad. (Génesis 31, 23)

  • Levantaron el campamento, y un terror divino cayó sobre las ciudades de los alrededores, por lo que nadie persiguió a los hijos de Jacob. (Génesis 35, 5)

  • El Señor endureció el corazón del Faraón, rey de Egipto, que persiguió a los israelitas que habían partido con la frente alta. (Exodo 14, 8)

  • El Señor los dispersó ante Israel y les infligió una gran derrota en Gabaón; los persiguió en dirección de la bajada de Bejorón y los derrotó hasta Azeca y hasta Maqueda. (Josué 10, 10)

  • El Señor los entregó en manos de Israel, que los derrotó y los persiguió hasta Sidón la Grande y hasta Misrefot, al occidente, y hasta el valle de Mispá, al oriente. Los derrotó de tal forma que no quedó ni un superviviente. (Josué 11, 8)

  • Barac persiguió a los carros y al ejército hasta Jaróset Goyín. Todo el ejército de Sísara cayó bajo el filo de la espada y no escapó ni un solo hombre. (Jueces 4, 16)

  • Zébaj y Salmuná huyeron; pero Gedeón los persiguió, e hizo prisioneros a los dos reyes de Madián, Zébaj y Salmuná, y derrotó a todo su ejército. (Jueces 8, 12)

  • Saúl y sus hombres fueron en su busca; pero David, informado de ello, bajó al macizo rocoso que hay en el desierto de Maón. Saúl lo supo, y persiguió a David en el desierto de Maón. (I Samuel 23, 25)

  • Ocozías, rey de Judá, al ver esto, huyó camino de Bet Hagán; pero Jehú lo persiguió, diciendo: "¡También a él!". Y le hirieron en su carro, en la cuesta de Gur, cerca de Yibleán. Él huyó a Meguido, pero allí murió. (II Reyes 9, 27)

  • Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey y lo alcanzó en la llanura de Jericó; todo el ejército lo abandonó y se dispersó. (II Reyes 25, 5)

  • Abías persiguió a Jeroboán y le tomó varias ciudades: Betel, Yesaná y Efrón con sus respectivas aldeas. (II Crónicas 13, 19)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina