Found 2607 Results for: pero

  • Saray, la mujer de Abrán, no le había dado hijos; pero ella tenía una esclava egipcia de nombre Agar. (Génesis 16, 1)

  • Pero el Señor dijo a Abrahán: "Por qué se ha reído Sara diciéndose: ¿Podrá ser verdad que voy a ser madre siendo tan vieja? (Génesis 18, 13)

  • Sara lo negó diciendo: "Yo no me he reído", pues tuvo miedo; pero él dijo: "Sí, tú te has reído". (Génesis 18, 15)

  • Pero él insistió tanto que se fueron con él y se hospedaron en su casa. Les preparó comida, coció panes sin levadura y comieron. (Génesis 19, 3)

  • Escuchad: Yo tengo dos hijas vírgenes; os las voy a sacar fuera, y haced con ellas lo que queráis; pero no hagáis nada a estos hombres, puesto que han entrado a la sombra de mi tejado". (Génesis 19, 8)

  • Pero los dos hombres sacaron su brazo, metieron a Lot con ellos en casa y cerraron la puerta; (Génesis 19, 10)

  • Lot fue a hablar con sus futuros yernos, los que se iban a casar con sus hijas, y les dijo: "Levantaos y salid de este lugar porque el Señor va a destruirlo". Pero ellos creían que estaba bromeando. (Génesis 19, 14)

  • Tu siervo ha hallado gracia a tus ojos y has mostrado gran misericordia para conmigo conservándome la vida. Pero yo no puedo llegar a la montaña sin que antes me alcance el castigo y muera. (Génesis 19, 19)

  • Pero Dios visitó a Abimelec en sueños, de noche, y le dijo: "Vas a morir a causa de la mujer que has tomado, porque es una mujer casada". (Génesis 20, 3)

  • Ahora, devuélvesela a ese hombre. Él es profeta, e intercederá por ti para que vivas. Pero si no la devuelves, tú y todos los tuyos moriréis". (Génesis 20, 7)

  • Además, es verdad que ella también es mi hermana, hija de mi padre, pero no de mi madre, y ahora es mi mujer. (Génesis 20, 12)

  • Pero Dios le dijo: "No te dé pena por el muchacho ni por tu esclava. Haz lo que te dice Sara, porque la descendencia que lleve tu nombre saldrá de Isaac. (Génesis 21, 12)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina