Found 85 Results for: llevar las cargas

  • Por esto la mujer debe llevar en la cabeza una señal de sujeción por respeto a los ángeles. (I Corintios 11, 10)

  • Cuando vaya, enviaré a Jerusalén con cartas de presentación a los que elijáis para llevar lo que hayáis recogido. (I Corintios 16, 3)

  • Porque al llevar esta ayuda a los hermanos no sólo les remediamos en sus necesidades, sino que también los impulsamos a que den gracias a Dios. (II Corintios 9, 12)

  • Ayudaos unos a otros a llevar las cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo. (Gálatas 6, 2)

  • Que en adelante nadie me haga sufrir más, que bastante tengo con llevar marcadas en mi cuerpo las señales de Jesús, el Señor. (Gálatas 6, 17)

  • Nosotros también éramos de ésos cuando nos dejábamos llevar de las apetencias carnales, sujetos a los deseos de nuestros instintos y a nuestra imaginación. Éramos, por naturaleza, objeto de la ira divina, igual que los demás. (Efesios 2, 3)

  • y así os exhortábamos, os animábamos y os alentábamos a llevar una vida digna de Dios, que os llama a su reino y a su gloria. (I Tesalonicenses 2, 12)

  • sin dejarse llevar por la pasión, como hacen los paganos, que no conocen a Dios. (I Tesalonicenses 4, 5)

  • Yo te conjuro ante Dios, ante Cristo Jesús y ante los ángeles elegidos, que observes estas cosas imparcialmente, sin dejarte llevar de favoritismos. (I Timoteo 5, 21)

  • Pues los hay que se introducen en las casas y cautivan a mujerzuelas cargadas de pecados; que se dejan llevar de toda clase de concupiscencias, (II Timoteo 3, 6)

  • enseñándonos a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos y a llevar una vida sobria, justa y religiosa, (Tito 2, 12)

  • Convenía, en efecto, que aquel por quien y para quien todo fue hecho, queriendo llevar a la gloria un gran número de hijos, hiciese perfecto, mediante los sufrimientos, al jefe que debía guiarlos a la salvación. (Hebreos 2, 10)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina