Found 1687 Results for: guerra contra Moab

  • Todavía tenían la carne entre los dientes, sin haberla aún acabado, cuando el Señor montó en cólera contra el pueblo y lo hirió con una gran plaga. (Números 11, 33)

  • María y Aarón murmuraban contra Moisés por la mujer cusita que había tomado por esposa. (Números 12, 1)

  • Yo le hablo cara a cara y a las claras, no en enigmas, y él contempla la figura del Señor. ¿Por qué os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?". (Números 12, 8)

  • Dios montó en cólera contra ellos, y se fue. (Números 12, 9)

  • Pero los que habían subido con él decían: "No podemos subir contra ese pueblo, pues es más fuerte que nosotros". (Números 13, 31)

  • y todos los israelitas murmuraban contra Moisés y Aarón. La comunidad entera decía: "¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto! ¿Por qué no moriremos en este desierto? (Números 14, 2)

  • ¿Por qué nos lleva el Señor a esa tierra a morir bajo la espada y entregar nuestras mujeres y nuestros hijos como botín de guerra? ¿No sería mejor volver a Egipto?". (Números 14, 3)

  • No os rebeléis contra el Señor ni tengáis miedo de la gente de esa tierra, pues nos los comeremos como un bocado de pan. Ellos se han quedado sin defensa, y con nosotros está el Señor; no les tengáis miedo". (Números 14, 9)

  • "¿Hasta cuándo habré de soportar a esta comunidad perversa que murmura contra mí? He oído las murmuraciones de los israelitas contra mí. (Números 14, 27)

  • en este desierto quedarán vuestros cadáveres, los de todos los que fuisteis alistados de veinte años para arriba y habéis murmurado contra mí. (Números 14, 29)

  • Yo, el Señor, lo he dicho. Así trataré yo a esta comunidad perversa que se ha confabulado contra mí. En este desierto se consumirán, en él morirán". (Números 14, 35)

  • Los hombres enviados por Moisés a explorar la tierra, que a su vuelta habían provocado la murmuración de toda la comunidad contra él desacreditando la tierra, (Números 14, 36)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina