Found 25 Results for: espigas

  • Cuando hagáis la recolección de vuestras tierras no segaréis hasta la misma orilla del campo. No recogerás las espigas caídas, (Levítico 19, 9)

  • No comeréis pan, espigas tostadas o granos triturados hasta ese día, en que presentéis la ofrenda a vuestro Dios. Es ley perpetua para vuestras generaciones dondequiera que viváis". (Levítico 23, 14)

  • Cuando hagáis la recolección de vuestros campos, no los segarás hasta la misma orilla, ni recogerás las espigas caídas; lo dejarás para el pobre y el extranjero: yo, el Señor, vuestro Dios". (Levítico 23, 22)

  • Cuando entres en la mies de tu prójimo podrás tomar espigas con la mano, pero no meter la hoz en la mies de tu prójimo. (Deuteronomio 23, 26)

  • Dejad caer espigas de vuestros manojos para que las recoja, sin inquietarla". (Rut 2, 16)

  • Un hombre llegó de Baal Salisá, trayendo al hombre de Dios el pan de las primicias, veinte panes de cebada y espigas nuevas en su alforja. Eliseo ordenó: "Dalo a las gentes para que coman". (II Reyes 4, 42)

  • Habrá abundancia de trigo en el país, hasta en la cima de los montes ondearán las espigas como en el Líbano, florecerán como la hierba de los campos. (Salmos 72, 16)

  • Será como cuando el segador toma a brazadas la mies y su mano siega las espigas; como cuando se recogen las espigas en el valle de Refaín, (Isaías 17, 5)

  • Aquel día el Señor sacudirá las espigas desde el curso del río hasta el torrente de Egipto, y vosotros seréis recogidos uno a uno, hijos de Israel. (Isaías 27, 12)

  • Los santuarios de las colinas del crimen serán destruidos, los pecados de Israel; espigas y abrojos crecerán en sus altares. Dirán a los montes: "¡Cubridnos!", y a las colinas: "¡Caed sobre nosotros!". (Oseas 10, 8)

  • Por aquel tiempo iba Jesús un sábado por los sembrados. Sus discípulos tenían hambre, y comenzaron a cortar espigas y a comerlas. (Mateo 12, 1)

  • Un sábado iba Jesús por los sembrados, y sus discípulos comenzaron a cortar espigas al pasar. (Marcos 2, 23)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina