Found 133 Results for: entró

  • Absalón entró en Jerusalén con todos los hombres de Israel. Ajitófel estaba con él. (II Samuel 16, 15)

  • David entró en su palacio, en Jerusalén. Y el rey tomó a las diez concubinas que había dejado para guardar el palacio y las puso bajo su guardia. Él proveyó a su sustento, pero no volvió a tener relaciones con ellas, y estuvieron encerradas, como viudas, hasta el día de su muerte. (II Samuel 20, 3)

  • Betsabé entró en la cámara del rey. El monarca estaba muy envejecido, y Abisag, la sunamita, le servía. (I Reyes 1, 15)

  • Betsabé entró en la sala del rey Salomón para hablarle en favor de Adonías. El monarca se levantó para recibirla, le hizo una inclinación, se sentó en el trono y mandó que pusieran un sillón a su madre, la cual se sentó a su derecha. (I Reyes 2, 19)

  • Benayas entró en el santuario del Señor y le dijo: "El rey ordena que salgas". Él replicó: "No, quiero morir aquí". Entonces Benayas comunicó al rey lo que Joab había respondido. (I Reyes 2, 30)

  • Entró en Jerusalén con un gran séquito de camellos, cargados de aromas y oro en abundancia, y de piedras preciosas; se presentó a Salomón, y le propuso todo lo que pensaba. (I Reyes 10, 2)

  • Así lo hizo; fue a Silo, y entró en la casa de Ajías. Ajías no podía ver, pues, por la vejez, tenía los ojos apagados. (I Reyes 14, 4)

  • Pero el Señor había dicho a Ajías: "Va a venir la mujer de Jeroboán a consultarte acerca de su hijo, que está enfermo. Le has de decir esto y esto". Ella entró fingiéndose otra. (I Reyes 14, 5)

  • Y el rey de Israel se fue a casa triste e irritado y entró en Samaría. (I Reyes 20, 43)

  • Ajab entró en su palacio triste e irritado porque Nabot, el yezraelita, no le había querido dar la herencia de sus padres. Se metió en la cama, volvió la cara a la pared y no probó bocado. (I Reyes 21, 4)

  • El rey de Israel dijo a Josafat: "Yo iré disfrazado a la batalla, pero tú irás con tu vestidura real". Y se disfrazó y entró en batalla. (I Reyes 22, 30)

  • Entró, se cerró en el aposento con el niño y oró al Señor. (II Reyes 4, 33)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina