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  • no caigas en la trampa, no sigas sus caminos ni te preocupes de sus dioses diciendo: ¿Cómo daban culto estos pueblos a sus dioses?, pues así quiero darlo yo también. (Deuteronomio 12, 30)

  • y éstos se cumplen, pero luego te dice: Vamos tras otros dioses que tú conoces, y démosles culto, (Deuteronomio 13, 3)

  • adorando a otros dioses para darles culto y postrándose ante ellos, ante el sol, la luna o cualquier otro astro del ejército de los cielos, cosa que yo he prohibido, (Deuteronomio 17, 3)

  • sin desviarte ni a la derecha ni a la izquierda para ir tras otros dioses y darles culto. (Deuteronomio 28, 14)

  • porque se han ido a servir a dioses extranjeros y les han tributado culto; dioses desconocidos para ellos, que no formaban parte de su herencia. (Deuteronomio 29, 25)

  • Pero si tu corazón se desvía, si no obedeces y te dejas arrastrar postrándote ante otros dioses y dándoles culto, (Deuteronomio 30, 17)

  • Yo alzo al cielo mi mano y juro: tan verdad como que vivo eternamente, (Deuteronomio 32, 40)

  • Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos. A él obedecieron los israelitas, como lo había ordenado Moisés. (Deuteronomio 34, 9)

  • sino para que sirva de testimonio entre nosotros y vosotros y entre nuestros descendientes después de nosotros, de que damos culto al Señor con nuestros holocaustos y nuestros sacrificios por el pecado y de reconciliación; para que el día de mañana vuestros hijos no puedan decir de los nuestros: ¡No tenéis parte en el Señor! (Josué 22, 27)

  • El espíritu del Señor vino sobre él, fue juez de Israel y salió a combatir contra Cusán Risatayín, rey de Edón; el Señor se lo puso en sus manos y lo derrotó. (Jueces 3, 10)

  • Entonces el espíritu del Señor se apoderó de Gedeón, tocó la trompeta, y Abiezer le siguió. (Jueces 6, 34)

  • Gedeón dijo a Dios: "Si de verdad quieres salvar a Israel por mi mano, como has dicho, (Jueces 6, 36)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina