Found 244 Results for: culto a ídolos

  • Vino uno de los sacerdotes que había sido deportado de Samaría, se estableció en Betel y les enseñaba cómo debían dar culto al Señor. (II Reyes 17, 28)

  • Daban también culto al Señor. Nombraron sacerdotes de entre ellos mismos para que oficiaran el culto en los santuarios de las colinas. (II Reyes 17, 32)

  • Así que daban culto al Señor y a sus dioses, según los ritos de las naciones de donde habían sido deportados. (II Reyes 17, 33)

  • sólo al Señor, que os sacó de Egipto con gran fuerza y poder, le daréis culto, os postraréis ante él y le ofreceréis sacrificios. (II Reyes 17, 36)

  • Guardaréis fielmente los preceptos y las normas, las leyes y los mandamientos que os escribió. No daréis culto a dioses extranjeros. (II Reyes 17, 37)

  • No olvidaréis la alianza que hice con vosotros y no daréis culto a dioses extranjeros, (II Reyes 17, 38)

  • Y así aquellas gentes dieron al mismo tiempo culto al Señor y a sus ídolos. Y sus descendientes siguen haciendo hasta el día de hoy lo mismo que ellos. (II Reyes 17, 41)

  • Reconstruyó las colinas que su padre Ezequías había destruido; levantó altares a Baal, y un cipo sagrado, como había hecho Acaz, rey de Israel; adoró a todos los astros del cielo y les rindió culto. (II Reyes 21, 3)

  • "Puesto que Manasés, rey de Judá, ha cometido estas monstruosidades, peores que las de los amorreos que le precedieron, y ha hecho pecar a Judá con sus ídolos, (II Reyes 21, 11)

  • Siguió los caminos de su padre y adoró a los ídolos que había adorado su padre. (II Reyes 21, 21)

  • El rey ordenó al sumo sacerdote Jelcías, al sacerdote segundo y a los guardianes de la puerta sacar fuera del templo del Señor todos los utensilios del culto de Baal, de Aserá y de los astros del cielo; los quemó a las afueras de Jerusalén en los campos del Cedrón y llevó sus cenizas a Betel. (II Reyes 23, 4)

  • Josías exterminó también a los nigromantes, a los adivinos, los fetiches, los ídolos y todos los ídolos repugnantes que se veían en el país de Judá y en Jerusalén, a fin de llevar a efecto las palabras de la ley escritas en el libro que había encontrado el sacerdote Jelcías en el templo del Señor. (II Reyes 23, 24)


“Deus quer que as suas misérias sejam o trono da Sua misericórdia.” São Padre Pio de Pietrelcina