Found 497 Results for: altar de bronce

  • Castigo justísimo. Él había cometido muchos delitos contra el altar, cuyo fuego y ceniza son santos. Y en la ceniza encontró la muerte. (II Macabeos 13, 8)

  • Un tal Alcimo, que había llegado a ser sumo sacerdote, pero que en los días de la confusión se había contaminado voluntariamente, creyendo que no habría para él otra forma de salvación y de acercarse de nuevo al altar, (II Macabeos 14, 3)

  • "Si no me entregáis preso a Judas, arrasaré este lugar, destruiré el altar y levantaré en su lugar un magnífico templo a Baco". (II Macabeos 14, 33)

  • Al llegar allí, reunió a sus conciudadanos y, en especial, a los sacerdotes; se puso en pie ante el altar y mandó venir a los de la ciudadela. (II Macabeos 15, 31)

  • Tú me ordenaste edificar un templo en tu monte santo y un altar en la ciudad de tu morada a imitación de la tienda santa, que tú ya habías preparado desde el principio. (Sabiduría 9, 8)

  • Pero no le preocupa que haya de morir ni tener una corta vida, sino que rivaliza con orfebres y plateros, imita a los forjadores de bronce y se gloría de ser un falsificador. (Sabiduría 15, 9)

  • No confíes en tu enemigo jamás, porque su maldad es como el bronce que se oxida. (Eclesiástico 12, 10)

  • porque su yugo es yugo de hierro, y sus cadenas son cadenas de bronce. (Eclesiástico 28, 20)

  • La ofrenda del justo da lustre al altar, y su suave olor se eleva hasta el altísimo. (Eclesiástico 35, 5)

  • Estableció instrumentos musicales delante del altar, con cuyo acompañamiento los cantos resultaban más dulces. (Eclesiástico 47, 9)

  • Cuando se ponía las vestiduras de fiesta y se vestía con ropas suntuosas, subía al altar santo y hacía resplandecer el ámbito del santuario. (Eclesiástico 50, 11)

  • hasta acabar el servicio del altar y disponer el sacrificio del altísimo omnipotente. (Eclesiástico 50, 14)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina