Found 684 Results for: adoración en espíritu y en verdad

  • El Espíritu Santo quería demostrar con esto que el camino del santuario no estaba abierto mientras subsistiese el primer tabernáculo. (Hebreos 9, 8)

  • ¿cuánto más la sangre de Cristo, que por virtud del Espíritu eterno se ofreció a sí mismo a Dios como víctima inmaculada, purificará nuestra conciencia de sus obras muertas, para servir al Dios vivo? (Hebreos 9, 14)

  • Esto mismo nos atestigua también el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: (Hebreos 10, 15)

  • Porque si pecamos deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, (Hebreos 10, 26)

  • ¿de cuánto mayor castigo pensáis vosotros que será digno quien haya pisoteado al Hijo de Dios y haya tratado como cosa profana la sangre de la alianza por la cual fue santificado, y haya ultrajado el Espíritu de la gracia? (Hebreos 10, 29)

  • Él nos ha engendrado según su voluntad por la palabra de la verdad, para que seamos como las primicias de sus criaturas. (Santiago 1, 18)

  • Pero si tenéis en vuestros corazones envidia amarga y espíritu de contradicción, no presumáis ni mintáis contra la verdad. (Santiago 3, 14)

  • pues donde hay envidia y espíritu de contradicción, allí hay desorden y toda clase de obras malas. (Santiago 3, 16)

  • ¿O pensáis que en vano dice la Escritura: El Espíritu de Dios, que habita en nosotros, ama hasta con celos? (Santiago 4, 5)

  • Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro le hace volver al buen camino, (Santiago 5, 19)

  • elegidos por designio de Dios Padre para ser santificados por el Espíritu para obedecer a Jesucristo y ser purificados con su sangre os deseo la gracia y la paz en abundancia (I Pedro 1, 2)

  • El Espíritu de Cristo que estaba en ellos les dio a conocer de antemano lo que Cristo tenía que sufrir y la gloria que iba a alcanzar Ellos se esforzaron por investigar cuándo y cómo se iba a realizar eso, (I Pedro 1, 11)


“Seja paciente e espere com confiança o tempo do Senhor”. São Padre Pio de Pietrelcina