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  • Levantó los ojos y vio a Israel acampado por tribus; el espíritu del Señor vino sobre él, (Números 24, 2)

  • El Señor respondió a Moisés: "Toma a Josué, hijo de Nun, sobre quien reside el espíritu, y pon tu mano sobre él. (Números 27, 18)

  • Pero Sijón, rey de Jesbón, no nos permitió pasar por sus dominios, pues el Señor, tu Dios, había hecho inflexible su espíritu y había endurecido su corazón, con el fin de ponerlo en tus manos, como aún lo está hoy. (Deuteronomio 2, 30)

  • Cuando mires al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todos los astros del firmamento, no te dejes seducir hasta postrarte ante ellos para rendirles adoración. El Señor, tu Dios, los ha dado en suerte a todos los pueblos que hay bajo los cielos. (Deuteronomio 4, 19)

  • Tened cuidado que no sea seducido vuestro corazón, y prevaricando sirváis a otros dioses rindiéndoles adoración, (Deuteronomio 11, 16)

  • Yo alzo al cielo mi mano y juro: tan verdad como que vivo eternamente, (Deuteronomio 32, 40)

  • Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos. A él obedecieron los israelitas, como lo había ordenado Moisés. (Deuteronomio 34, 9)

  • El espíritu del Señor vino sobre él, fue juez de Israel y salió a combatir contra Cusán Risatayín, rey de Edón; el Señor se lo puso en sus manos y lo derrotó. (Jueces 3, 10)

  • Entonces el espíritu del Señor se apoderó de Gedeón, tocó la trompeta, y Abiezer le siguió. (Jueces 6, 34)

  • Gedeón dijo a Dios: "Si de verdad quieres salvar a Israel por mi mano, como has dicho, (Jueces 6, 36)

  • La zarza espinosa les respondió: Si de verdad queréis ungirme por vuestro rey, venid y refugiaos a mi sombra; y si no, saldrá fuego de la zarza y devorará a los cedros del Líbano. (Jueces 9, 15)

  • Después el Señor mandó un espíritu de discordia entre Abimelec y los nobles de Siquén, y los nobles de Siquén se levantaron contra Abimelec, (Jueces 9, 23)


“Seja paciente nas aflições que o Senhor lhe manda.” São Padre Pio de Pietrelcina