Found 96 Results for: Sueño

  • Después el rey volvió a su palacio y pasó la noche en ayuno sin permitir que vinieran con él las concubinas, y el sueño huyó de sus ojos. (Daniel 6, 19)

  • El año primero de Baltasar, rey de Babilonia, Daniel, mientras estaba en la cama, tuvo un sueño y pasaron por su espíritu unas visiones. En seguida puso por escrito el sueño. (Daniel 7, 1)

  • "Tuve un sueño durante la noche. Vi un jinete sobre un caballo rojo, que estaba entre los mirtos que había en un valle profundo; detrás de él había caballos rojos, alazanes, negros y blancos. (Zacarías 1, 8)

  • El ángel que hablaba conmigo volvió y me despertó como a uno que le despiertan de un sueño. (Zacarías 4, 1)

  • Cuando José despertó del sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió en su casa a su mujer. (Mateo 1, 24)

  • Como tardara el esposo, les entró sueño a todas y se durmieron. (Mateo 25, 5)

  • Volvió y los encontró dormidos, vencidos por el sueño. (Mateo 26, 43)

  • Volvió otra vez y los encontró dormidos, vencidos por el sueño; y no sabían qué responder. (Marcos 14, 40)

  • Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero lograron mantenerse despiertos y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él. (Lucas 9, 32)

  • Pero Jesús hablaba de su muerte, y ellos creyeron que hablaba del reposo del sueño. (Juan 11, 13)

  • Un joven, llamado Eutico, estaba sentado en la ventana. Como Pablo se alargaba demasiado en su conversación, le entró un sueño tan profundo que, vencido por él, se cayó desde el tercer piso abajo, y lo levantaron ya cadáver. (Hechos 20, 9)

  • Tened en cuenta en qué tiempos estamos: ya es hora de despertar del sueño, porque ahora está más cerca de nosotros la salvación que cuando abrazamos la fe. (Romanos 13, 11)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina