Found 21 Results for: Carnes

  • Se comerá toda en la misma casa; de sus carnes no sacaréis nada fuera de ella, ni romperéis ninguno de sus huesos. (Exodo 12, 46)

  • No comeréis sus carnes ni tocaréis sus cadáveres; los tendréis por impuros. (Levítico 11, 8)

  • El novillo y el macho cabrío ofrecidos en sacrificio por el pecado, cuya sangre fue introducida en el santuario para hacer el rito de absolución, serán llevados fuera del campamento, con el fin de que sus pieles, carnes y excrementos sean quemados. (Levítico 16, 27)

  • Si un israelita o un extranjero residente caza un animal o un ave cuyas carnes se pueden comer, verterá la sangre y la cubrirá con la tierra, (Levítico 17, 13)

  • De la misma manera el cerdo, que tiene la pezuña partida, pero no es rumiante: debéis tenerlo por impuro. No comeréis sus carnes ni tocaréis sus cadáveres. (Deuteronomio 14, 8)

  • Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad como los demás israelitas; vivirán de las carnes de los sacrificios y del patrimonio del Señor. (Deuteronomio 18, 1)

  • Gedeón contestó: "Bien, cuando el Señor entregue en mi mano a Zébaj y a Salmuná, yo desgarraré vuestras carnes con espinas y cardos del desierto". (Jueces 8, 7)

  • Él apresó a los ancianos de Sucot y, con espinas y cardos del desierto, desgarró las carnes de las gentes de Sucot. (Jueces 8, 16)

  • y le dijo: "Ven acá, que yo daré tus carnes a las aves del cielo y a las bestias del campo". (I Samuel 17, 44)

  • "En torno a Jerusalén han esparcido las carnes de tus santos y su sangre, y no había quien los sepultara". (I Macabeos 7, 17)

  • Siete hermanos fueron apresados junto con la madre y obligados a comer carnes de cerdo prohibidas; y por negarse a comerlas, fueron azotados con zurriagos y vergajos de toro. (II Macabeos 7, 1)

  • Manaban gusanos del cuerpo de aquel criminal, y sus carnes, vivas aún, se caían a pedazos entre desgarramientos y dolores, apestando con su hedor a todo el ejército. (II Macabeos 9, 9)


“Os talentos de que fala o Evangelho são os cinco sentidos, a inteligência e a vontade. Quem tem mais talentos, tem maior dever de usá-los para o bem dos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina