Found 37 Results for: leones

  • Saúl y Jonatán, amados y amables, ni en vida ni en muerte separados, más veloces que águilas, más fuertes que leones. (II Samuel 1, 23)

  • Sobre el panel que estaba entre los listones había leones, bueyes y querubines. Lo mismo sobre los listones. Por encima y por debajo de los leones y de los toros había volutas... (I Reyes 7, 29)

  • Grabó sobre las tablas querubines, leones y palmeras... y volutas alrededor. (I Reyes 7, 36)

  • El trono tenía seis gradas y un respaldo redondo en su parte posterior con brazos a uno y otro lado del asiento; dos leones de pie junto a los brazos (I Reyes 10, 19)

  • más doce leones de pie sobre las seis gradas, a uno y otro lado. No se hizo cosa semejante en ningún reino. (I Reyes 10, 20)

  • Sucedió que, cuando comenzaron a establecerse allí, no veneraban a Yahveh, y Yahveh envió contra ellos leones que mataron a muchos. (II Reyes 17, 25)

  • Entonces dijeron al rey de Asiria: «Las gentes que has hecho deportar para establecerlas en las ciudades de Samaría no conocen el culto del dios de la tierra, y ha enviado contra ellos leones que los matan, porque ellos no conocen el culto del dios de la tierra.» (II Reyes 17, 26)

  • El trono tenía seis gradas y un cordero de oro al respaldo, y brazos a uno y otro lado del asiento, y dos leones, de pie, junto a los brazos. (II Crónicas 9, 18)

  • Más doce leones de pie sobre las seis gradas a uno y otro lado. No se hizo cosa semejante en ningún reino. (II Crónicas 9, 19)

  • ávidos abren contra mí sus fauces; leones que desgarran y rugen. (Salmos 22, 14)

  • ¿Cuánto tiempo, Señor, te quedarás mirando? Recobra mi alma de sus garras, de los leones mi vida. (Salmos 35, 17)

  • Mi alma está tendida en medio de leones, que devoran a los hijos de Adán; sus dientes son lanzas y saetas, su lengua, una espada acerada. (Salmos 57, 5)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina