Found 171 Results for: juicio divino

  • Sé que Yahveh al humilde hará justicia, y llevará el juicio de los pobres. (Salmos 140, 13)

  • no entres en juicio con tu siervo, pues no es justo ante ti ningún viviente. (Salmos 143, 2)

  • Mientras él yacía mudo y privado de toda esperanza de salvación, a causa del poder divino, (II Macabeos 3, 29)

  • porque todavía no has escapado del juicio del Dios que todo lo puede y todo lo ve. (II Macabeos 7, 35)

  • Pues ahora nuestros hermanos, después de haber soportado una corta pena por una vida perenne, cayeron por la alianza de Dios; tú, en cambio, por el justo juicio de Dios cargarás con la pena merecida por tu soberbia. (II Macabeos 7, 36)

  • Arrebatado de furor, pensaba vengar en los judíos la afrenta de los que le habían puesto en fuga, y por eso ordenó al conductor que hiciera avanzar el carro sin parar hasta el término del viaje. Pero ya el juicio del Cielo se cernía sobre él, pues había hablado así con orgullo: «En cuanto llegue a Jerusalén, haré de la ciudad una fosa común de judíos.» (II Macabeos 9, 4)

  • Así comenzó entonces, herido, a abatir su excesivo orgullo y a llegar al verdadero conocimiento bajo el azote divino, en tensión a cada instante por los dolores. (II Macabeos 9, 11)

  • Como sus dolores de ninguna forma se calmaban, pues había caído sobre él el justo juicio de Dios, desesperado de su estado, escribió a los judíos la carta copiada a continuación, en forma de súplica, con el siguiente contenido: (II Macabeos 9, 18)

  • Pero Lisias no era hombre sin juicio. Reflexionando sobre la derrota que acababa de sufrir, y comprendiendo que los hebreos eran invencibles porque el Dios poderoso luchaba con ellos, (II Macabeos 11, 13)

  • cuando ví, en el grupo de los simples, distinguí entre los muchachos a un joven falto de juicio: (Proverbios 7, 7)

  • «Si alguno es simple, véngase acá.» Y al falto de juicio le dice: (Proverbios 9, 4)

  • «Si alguno es simple, véngase acá» y al falto de juicio le dice: (Proverbios 9, 16)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina