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Esperabais mucho, y bien poco es lo que hay. Y lo que metisteis en casa lo aventé yo. ¿Por qué? - oráculo de Yahveh Sebaot - porque mi Casa está en ruinas, mientras que vosotros vais aprisa cada uno a vuestra casa. (Ageo 1, 9)
Y movió Yahveh el espíritu de Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, el espíritu de Josué, hijo de Yehosadaq, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el Resto del pueblo. Y vinieron y emprendieron la obra en la Casa de Yahveh Sebaot, su Dios. (Ageo 1, 14)
¡Mas ahora, ten ánimo, Zorobabel, oráculo de Yahveh; ánimo, Josué, hijo de Yehosadaq, sumo sacerdote, ánimo, pueblo todo de la tierra!, oráculo de Yahveh. ¡A la obra, que estoy yo con vosotros - oráculo de Yahveh Sebaot - (Ageo 2, 4)
Pues así dice Yahveh Sebaot: Dentro de muy poco tiempo sacudiré yo los cielos y la tierra, el mar y el suelo firme, (Ageo 2, 6)
sacudiré todas las naciones; vendrán entonces los tesoros de todas las naciones, y yo llenaré de gloria esta Casa, dice Yahveh Sebaot. (Ageo 2, 7)
¡Mía es la plata y mío el oro! oráculo de Yahveh Sebaot. (Ageo 2, 8)
Grande será la gloria de esta Casa, la de la segunda mayor que la de la primera, dice Yahveh Sebaot, y en este lugar daré yo paz, oráculo de Yahveh Sebaot. (Ageo 2, 9)
Así dice Yahveh Sebaot: Pregunta a los sacerdotes sobre la Ley. Di: (Ageo 2, 11)
Aquel día - oráculo de Yahveh Sebaot - te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, siervo mío - oráculo de Yahveh - y te pondré como anillo de sello, porque a ti te he elegido, oráculo de Yahveh Sebaot. (Ageo 2, 23)
Les dirás: «Así dice Yahveh Sebaot: Volveos a mí - oráculo de Yahveh Sebaot - y yo me volveré a vosotros, dice Yahveh Sebaot. (Zacarías 1, 3)
Sin embargo, mis palabras y preceptos que yo había prescrito a mis siervos los profetas ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso se volvieron ellos y dijeron: "Como Yahveh Sebaot había decidido tratarnos, según nuestros caminos y nuestras obras, así nos ha tratado".» (Zacarías 1, 6)
Tomó la palabra el ángel de Yahveh y dijo: «Oh Yahveh Sebaot, ¿hasta cuándo seguirás sin apiadarte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales estás irritado desde hace setenta años?» (Zacarías 1, 12)