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  • Apolonio en conversación con el rey le habló de las riquezas de que había tenido noticia y entonces el rey designó a Heliodoro, el encargado de sus negocios, y le envió con la orden de realizar la trasferencia de las mencionadas riquezas. (II Macabeos 3, 7)

  • ¡hallaremos toda clase de riquezas, llenaremos nuestras casas de botín, (Proverbios 1, 13)

  • Honra a Yahveh con tus riquezas, con las primicias de todas tus ganancias: (Proverbios 3, 9)

  • Nada servirán riquezas el día de la ira, mas la justicia libra de la muerte. (Proverbios 11, 4)

  • En la muerte del malo se esfuma su esperanza, la confianza en las riquezas se desvanece. (Proverbios 11, 7)

  • La casa del justo abunda en riquezas, en las rentas del malo no falta inquietud. (Proverbios 15, 6)

  • Más vale buen nombre que muchas riquezas, y mejor es favor que plata y oro. (Proverbios 22, 1)

  • Quien ama el dinero, no se harta de él, y para quien ama riquezas, no bastas ganancias. También esto es vanidad. (Eclesiastés 5, 9)

  • pues las riquezas perecen en un mal negocio, y cuando engendra un hijo, nada queda ya en su mano. (Eclesiastés 5, 13)

  • Y además: cuando a cualquier hombre Dios da riquezas y tesoros, le deja disfrutar de ellos, tomar su paga y holgarse en medio de sus fatigas, esto es un don de Dios. (Eclesiastés 5, 18)

  • Un hombre a quien Dios da riquezas, tesoros y honores; nada le falta de lo que desea, pero Dios no le deja disfrutar de ello, porque un extraño lo disfruta. Esto es vanidad y gran desgracia. (Eclesiastés 6, 2)

  • Con ella me vinieron a la vez todos los bienes, y riquezas incalculables en sus manos. (Sabiduría 7, 11)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina