Found 471 Results for: Mesa de los Panes de la Presencia

  • Daniel, que tenía el propósito de no mancharse compartiendo los manjares del rey y el vino de su mesa, pidió al jefe de los eunucos permiso para no mancharse. (Daniel 1, 8)

  • Después Daniel se fue donde Aryok, a quien el rey había encomendado la matanza de los sabios de Babilonia. Entró y le dijo: «No mates a los sabios de Babilonia. Llévame a la presencia del rey y yo declararé al rey la interpretación.» (Daniel 2, 24)

  • Daniel tomó la palabra en presencia del rey y dijo: «El misterio que el rey quiere saber, no hay sabios, adivinos, magos ni astrólogos que lo puedan revelar al rey; (Daniel 2, 27)

  • Entonces di orden de traer a mi presencia a todos los sabios de Babilonia para que me dieran a conocer la interpretación del sueño. (Daniel 4, 3)

  • Vinieron los magos, adivinos, caldeos y astrólogos y, en su presencia, conté el sueño, pero su interpretación no me la dieron. (Daniel 4, 4)

  • El rey Baltasar dio un gran festín en honor de sus mil dignatarios, y, en presencia de estos mil, bebió vino. (Daniel 5, 1)

  • En seguida fue introducido Daniel a la presencia del rey, y el rey dijo a Daniel: «¿Eres tú Daniel, uno de los judíos deportados, que mi padre el rey trajo de Judá? (Daniel 5, 13)

  • Han sido introducidos ahora en mi presencia los sabios y adivinos para que leyeran este escrito y me declararan su interpretación, pero han sido incapaces de descubrir su sentido. (Daniel 5, 15)

  • Y por esta grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban de miedo en su presencia: mataba él a quien quería, dejaba vivir a quien quería, exaltaba a quien quería y a quien quería humillaba. (Daniel 5, 19)

  • te has engreído contra el Señor del Cielo, se han traído a tu presencia los vasos de su Casa, y tú, tus dignatorios, tus mujeres y tus concubinas, habéis bebido vino en ellos. Habéis celebrado a los dioses de plata y oro, de bronce y hierro, de madera y piedra, que no ven ni oyen ni entienden, pero no has glorificado al Dios que tiene en sus manos tu propio aliento y de quien dependen todos tus caminos. (Daniel 5, 23)

  • Entonces ellos dijeron en presencia del rey: «Daniel, ese deportado de Judá, no hace caso de ti, oh rey, ni de la prohibición que tú has firmado: tres veces al día hace su oración.» (Daniel 6, 14)

  • Yo seguía contemplando en las visiones de la noche: Y he aquí que en las nubes del cielo venía como un Hijo de hombre. Se dirigió hacia el Anciano y fue llevado a su presencia. (Daniel 7, 13)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina