Found 19 Results for: Estatua

  • El fundidor funde la estatua, el orfebre con oro la recubre y funde cadenas de plata. (Isaías 40, 19)

  • El que presenta una ofrenda de pobre escoge madera incorruptible, se busca un hábil artista para erigir una estatua que no vacile. (Isaías 40, 20)

  • Haceos atrás, confusos de vergüenza, los que confiáis en ídolos, los que decís a la estatua fundida: «Vosotros sois nuestros dioses.» (Isaías 42, 17)

  • Por eso te anuncié las cosas hace tiempo y antes que ocurrieran te las di a conocer, no sea que dijeras: «Las hizo mi ídolo, mi estatua, mi imagen fundida lo ordenó.» (Isaías 48, 5)

  • «Tú, oh rey, has tenido esta visión: una estatua, una enorme estatua, de extraordinario brillo, de aspecto terrible, se levantaba ante ti. (Daniel 2, 31)

  • La cabeza de esta estatua era de oro puro, su pecho y sus brazos de plata, su vientre y sus lomos de bronce, (Daniel 2, 32)

  • Tú estabas mirando, cuando de pronto una piedra se desprendió, sin intervención de mano alguna, vino a dar a la estatua en sus pies de hierro y arcilla, y los pulverizó. (Daniel 2, 34)

  • Entonces quedó pulverizado todo a la vez: hierro, arcilla, bronce, plata y oro; quedaron como el tamo de la era en verano, y el viento se lo llevó sin dejar rastro. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra. (Daniel 2, 35)

  • El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, de sesenta codos de alta por seis de ancha, y la erigió en el llano de Dura, en la provincia de Babilonia. (Daniel 3, 1)

  • El rey Nabucodonosor mandó a los sátrapas, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, juristas y jueces y a todas las autoridades provinciales, que se reuniran y asistieran a la dedicación de la estatua erigida por el rey Nabucodonosor. (Daniel 3, 2)

  • Se reunieron, pues, los sátrapas, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, juristas y jueces y todas las autoridades provinciales para la dedicación de la estatua erigida por el rey Nabucodonosor; todos estaban en pie ante la estatua erigida por el rey Nabucodonosor. (Daniel 3, 3)

  • En el momento en que oigáis el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase de música, os postraréis y adoraréis la estatua de oro que ha erigido el rey Nabucodonosor. (Daniel 3, 5)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina