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  • A vuelta de tres días levantará Faraón tu cabeza y te colgará en un madero, y las aves se comerán la carne que te cubre.» (Génesis 40, 19)

  • Saca todo el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto al hígado, y los dos riñones con el sebo que los envuelve, para quemarlo en el altar. (Exodo 29, 13)

  • Toma después el sebo de este carnero: la cola, el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto al hígado, los dos riñones con el sebo que lo envuelve y la pierna derecha, porque se trata del carnero de la investidura. (Exodo 29, 22)

  • Colocarás el altar delante del velo que está junto al arca del Testimonio y ante el propiciatorio que cubre el Testimonio, donde yo me encontraré contigo. (Exodo 30, 6)

  • la Tienda del Encuentro, el arca del Testimonio, el propiciatorio que la cubre y todos los utensilios de la Tienda; (Exodo 31, 7)

  • el Arca y sus varales, el propiciatorio y el velo que lo cubre; (Exodo 35, 12)

  • El ofrecerá parte del sacrificio de communión como manjar abrasado para Yahveh: el sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas; (Levítico 3, 3)

  • los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos; y el resto que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones. (Levítico 3, 4)

  • El ofrecerá, de este sacrificio de comunión, el sebo, como manjar abrasado para Yahveh: el rabo entrero que se cortará desde la rabadilla; el sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas; (Levítico 3, 9)

  • los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos, y el resto que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones. (Levítico 3, 10)

  • Presentará de ella como ofrenda suya, manjar abrasado para Yahveh: el sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas; (Levítico 3, 14)

  • los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos; y el resto que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones. (Levítico 3, 15)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina