Found 150 Results for: árbol del conocimiento

  • a éste, que fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios, vosotros le matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos; (Hechos 2, 23)

  • Pero Saulo tuvo conocimiento de su determinación. Hasta las puertas estaban guardadas día y noche para poderle matar. (Hechos 9, 24)

  • Y como no tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios, entrególos Dios a su mente insensata, para que hicieran lo que no conviene: (Romanos 1, 28)

  • ya que nadie será justificado ante él por las obras de la ley, pues la ley no da sino el conocimiento del pecado. (Romanos 3, 20)

  • Testifico en su favor que tienen celo de Dios, pero no conforme a un pleno conocimiento. (Romanos 10, 2)

  • Por mi parte estoy persuadido, hermanos míos, en lo que a vosotros toca, de que también vosotros estáis llenos de buenas disposiciones, henchidos de todo conocimiento y capacitados también para amonestaros mutuamente. (Romanos 15, 14)

  • pues en él habéis sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en todo conocimiento, (I Corintios 1, 5)

  • Mas no todos tienen este conocimiento. Pues algunos, acostumbrados hasta ahora al ídolo, comen la carne como sacrificada a los ídolos, y su conciencia, que es débil, se mancha. (I Corintios 8, 7)

  • En efecto, si alguien te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no se creerá autorizado por su conciencia, que es débil, a comer de lo sacrificado a los ídolos? (I Corintios 8, 10)

  • Y por tu conocimiento se pierde el débil: ¡el hermano por quien murió Cristo! (I Corintios 8, 11)

  • ¡Gracias sean dadas a Dios, que nos lleva siempre en su triunfo, en Cristo, y por nuestro medio difunde en todas partes el olor de su conocimiento! (II Corintios 2, 14)

  • Pues el mismo Dios que dijo: De las tinieblas brille la luz, ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo. (II Corintios 4, 6)


“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina