Found 23 Results for: palmeras

  • Sobre las celdas y sus pilares había ventanas con enrejados, hacia el interior de la puerta, todo en derredor. De la misma manera, la parte interior del vestíbulo estaba rodeada de ventanas, y sobre las columnas había grabados en forma de palmeras. (Ezequiel 40, 16)

  • Sus ventanas, su vestíbulo y sus palmeras tenían la misma dimensión que las de la puerta que daba hacia el este. A ella se subía por siete gradas, frente a las cuales estaba su vestíbulo. (Ezequiel 40, 22)

  • Su escalinata tenía siete gradas y enfrente de ella estaba su vestíbulo. También tenía palmeras sobre los pilares, que estaban uno de un lado y otro del otro. (Ezequiel 40, 26)

  • Su vestíbulo daba hacia el atrio exterior; había palmeras grabadas sobre sus pilares y su escalinata tenía ocho gradas. (Ezequiel 40, 31)

  • Su vestíbulo daba hacia el atrio exterior; había palmeras sobre sus pilares, de un lado y del otro, y su escalinata tenía ocho gradas. (Ezequiel 40, 34)

  • Su vestíbulo daba hacia el atrio exterior; había palmeras sobre sus pilares, de un lado y del otro, y su escalinata tenía ocho gradas. (Ezequiel 40, 37)

  • grabadas: eran querubines y palmeras, una palmera entre dos querubines. Cada querubín tenía dos rostros: (Ezequiel 41, 18)

  • los querubines y las palmeras estaban grabados sobre la pared, desde el suelo hasta por encima de la entrada. (Ezequiel 41, 20)

  • Sobre la puerta del Templo estaban representados querubines y palmeras, iguales a los de las paredes; y sobre la fachada del vestíbulo, por afuera, había un alero de madera. (Ezequiel 41, 25)

  • Había ventanas con enrejados y palmeras, de un lado y de otro, sobre las paredes laterales del vestíbulo, las piezas laterales de la Casa y los aleros. (Ezequiel 41, 26)

  • La viña está seca y la higuera marchita; granados, palmeras y manzanos, todos los árboles del campo se han secado. Sí, el gozo, lleno de confusión, se ha apartado de los seres humanos. (Joel 1, 12)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina