Found 224 Results for: ofrenda quemada

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Selumiel, hijo de Surisadai. (Números 7, 41)

  • El sexto día presentó su ofrenda Eliasaf, hijo de Deuel, jefe de la tribu de Gad. (Números 7, 42)

  • Él presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de plata, de setenta siclos -en siclos del Santuario- ambos recipientes llenos de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; (Números 7, 43)

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Eliasaf, hijo de Deuel. (Números 7, 47)

  • El séptimo día presentó su ofrenda Elisamá, hijo de Amihud, jefe de la tribu de Efraím. (Números 7, 48)

  • Él presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de plata, de setenta siclos -en siclos del Santuario- ambos recipientes llenos de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; (Números 7, 49)

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Elisamá, hijo de Amihud. (Números 7, 53)

  • El octavo día presentó su ofrenda Gamaliel, hijo de Padasur, jefe de la tribu de Manasés. (Números 7, 54)

  • Él presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de plata, de setenta siclos -en siclos del Santuario- ambos recipientes llenos de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; (Números 7, 55)

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Gamaliel, hijo de Padasur. (Números 7, 59)

  • El noveno día presentó su ofrenda Abidán, hijo de Gedeón, jefe de la tribu de Benjamín. (Números 7, 60)

  • Él presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de plata, de setenta siclos -en siclos del Santuario- ambos recipientes llenos de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; (Números 7, 61)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina