Found 19 Results for: misericordioso

  • Porque el Señor, tu Dios, es un Dios misericordioso, que no te abandonará, ni te destruirá, ni se olvidará de la alianza que estableció con tus padres mediante un juramento. (Deuteronomio 4, 31)

  • Se negaron a obedecer, sin acordarse de las maravillas que habías hecho por ellos; se obstinaron, empecinándose en volver a su servidumbre en Egipto. Pero tú eres el Dios del perdón, compasivo y misericordioso, lento para enojarte y lleno de fidelidad; por eso, no los has abandonado. (Nehemías 9, 17)

  • Sin embargo, por tu gran misericordia, no los has exterminado ni abandonado, porque eres un Dios compasivo y misericordioso. (Nehemías 9, 31)

  • Entonces, extendiendo los brazos hacia la ventana, Sara oró de este modo: "¡Bendito seas, Dios misericordioso, y bendito sea tu Nombre para siempre! ¡Que todas tus obras te bendigan eternamente! (Tobías 3, 11)

  • La oración era la siguiente: "Señor, Señor Dios, creador de todas las cosas, temible y poderoso, justo y misericordioso, el único Rey, el único bueno, (II Macabeos 1, 24)

  • Después organizaron rogativas, pidiendo al Señor misericordioso que se reconciliara definitivamente con sus servidores. (II Macabeos 8, 29)

  • Todos bendijeron unánimemente al Dios misericordioso, y se enardecieron de tal manera, que estaban dispuestos a acometer, no sólo contra los hombres, sino también contra las bestias más feroces y aun contra murallas de hierro. (II Macabeos 11, 9)

  • Todos unánimemente cumplieron la orden y suplicaron al Señor misericordioso con lamentaciones, ayunos y postraciones, durante tres días seguidos. Entonces Judas los arengó, animándolos a estar preparados. (II Macabeos 13, 12)

  • "Dios de los Padres y Señor misericordioso, que hiciste todas las cosas con tu palabra, (Sabiduría 9, 1)

  • Porque el Señor es misericordioso y compasivo, perdona los pecados y salva en el momento de la aflicción. (Eclesiástico 2, 11)

  • Él hombre sólo tiene misericordia de su prójimo, pero el Señor es misericordioso con todos los vivientes. Él reprende, corrige y enseña, y los hace volver como el pastor a su rebaño. (Eclesiástico 18, 13)

  • pero invocaron al Señor misericordioso, tendiendo sus manos hacia él. El Santo los escuchó en seguida desde el cielo y los libró por medio de Isaías, (Eclesiástico 48, 20)


“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina