Found 624 Results for: habían

  • Por lo tanto, la mitad correspondiente a los que habían participado de la campaña fueron 337.500 cabezas de ganado menor, (Números 31, 36)

  • Antiguamente habían estado allí los emíes, un pueblo fuerte, numeroso y de elevada estatura como los anaquitas. (Deuteronomio 2, 10)

  • Cuando ya no quedó en medio del pueblo ninguno de aquellos guerreros -porque todos habían muerto- (Deuteronomio 2, 16)

  • mientras yo hacía de intermediario entre el Señor y ustedes para anunciarles su palabra, porque ustedes, atemorizados por el fuego, no habían subido a la montaña. El Señor dijo: (Deuteronomio 5, 5)

  • Entonces vi que ustedes habían pecado contra el Señor, su Dios, haciéndose un ternero de metal fundido y apartándose rápidamente del camino que él les había trazado. (Deuteronomio 9, 16)

  • Luego me postré delante del Señor, y permanecí cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber, como lo había hecho la vez anterior. Lo hice a causa de todos los pecados que ustedes habían cometido, haciendo lo que es malo a los ojos del Señor y provocando su enojo. (Deuteronomio 9, 18)

  • Y a esa obra del pecado, a ese ternero que ustedes habían fabricado, lo tomé, lo quemé y lo molí, hasta convertirlo en polvo muy fino, y después lo arrojé en el torrente que baja de la montaña. (Deuteronomio 9, 21)

  • cómo te salió al paso y atacó por la espalda a todos los que se habían quedado a la retaguardia, agotados por el cansancio. Entonces tú estabas fatigado y sin fuerzas, pero él no tuvo temor de Dios. (Deuteronomio 25, 18)

  • Ofrecieron sacrificios a demonios que no son Dios, a dioses que no conocían, a dioses nuevos, recién llegados, que sus padres no habían venerado. (Deuteronomio 32, 17)

  • Cuando murió, Moisés tenía ciento veinte años, pero sus ojos no se habían debilitado, ni había disminuido su vigor. (Deuteronomio 34, 7)

  • Cuando se notificó al rey de Jericó que unos hombres israelitas habían llegado durante la noche para observar el terreno, (Josué 2, 2)

  • Cuando Rajab subió a la terraza, donde estaban los espías, estos aún no se habían acostado. (Josué 2, 8)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina