Found 67 Results for: enseñanza divina

  • aún derramaré la enseñanza como una profecía y la dejaré para las generaciones futuras. (Eclesiástico 24, 33)

  • con su enseñanza hará brillar la doctrina y se gloriará en la Ley de la Alianza del Señor. (Eclesiástico 39, 8)

  • Hijos míos, observen en paz mi enseñanza. Sabiduría escondida y tesoro invisible: ¿de qué sirven una cosa y la otra? (Eclesiástico 41, 14)

  • guiaron al pueblo con sus consejos, con su inteligencia para instruirlo y con las sabias palabras de su enseñanza; (Eclesiástico 44, 4)

  • Apenas le presté un poco de atención, la recibí y adquirí una gran enseñanza. (Eclesiástico 51, 16)

  • tú que decías en tu corazón: "Subiré a los cielos; por encima de las estrellas de Dios erigiré mi trono, me sentaré en la montaña de la asamblea divina, en los extremos del norte; (Isaías 14, 13)

  • Los espíritus extraviados llegarán a entender y los recalcitrantes aceptarán la enseñanza. (Isaías 29, 24)

  • Porque este es un pueblo en rebeldía, son hijos mentirosos, hijos que no quieren escuchar la enseñanza del Señor. (Isaías 30, 9)

  • Todos ellos, por igual, son estúpidos y necios: vana es su enseñanza, no son más que madera, (Jeremías 10, 8)

  • vendrá una desgracia sobre otra y una mala noticia tras otra. Implorarán una visión al profeta, le faltará la enseñanza al sacerdote y el consejo a los ancianos. (Ezequiel 7, 26)

  • Extendió algo así como una mano y me tomó por un mechón de mis cabellos. Un espíritu me levantó entre la tierra y el cielo y me llevó en una visión divina a Jerusalén, hasta la entrada de la puerta interior que da hacia el norte, allí donde está emplazado el Ídolo de los celos que provoca los celos de Dios. (Ezequiel 8, 3)

  • En una visión divina, me llevó a la tierra de Israel y me posó sobre una montaña muy alta, sobre la que había algo así como las construcciones de una ciudad, al sur. (Ezequiel 40, 2)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina