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  • Sin embargo, Ajicám, hijo de Safán, protegió a Jeremías e impidió que fuera entregado en manos del pueblo para ser ejecutado. (Jeremías 26, 24)

  • Sin embargo, escucha bien esta palabra que yo digo a tus oídos, y a los oídos de todo el pueblo: (Jeremías 28, 7)

  • Sin embargo, eres tú el que me ha dicho: ‘Compra el campo a precio de plata y toma unos testigos’, mientras la ciudad es entregada en manos de los caldeos". (Jeremías 32, 25)

  • Sin embargo, ¡escucha la palabra del Señor, Sedecías, rey de Judá! Así habla el Señor acerca de ti: Tú no morirás por la espada, (Jeremías 34, 4)

  • Sin embargo, tú nos has tratado, Señor, Dios nuestro, conforme a toda tu benignidad y a tu gran compasión, (Baruc 2, 27)

  • Y sin embargo, la casa de Israel dice: "El proceder del Señor no es correcto". ¿Acaso no es el proceder de ustedes, y no el mío, el que no es correcto? (Ezequiel 18, 29)

  • Sin embargo, retiré mi mano y actué a causa de mi Nombre, para que no fuera profanado a los ojos de las naciones, en cuya presencia los había hecho salir. (Ezequiel 20, 22)

  • ¿A quién te asemejabas en gloria y en grandeza, entre los árboles de Edén? ¡Y sin embargo has sido precipitado a las regiones subterráneas, con los árboles de Edén! Ahí estás tendido, en medio de incircuncisos, con las víctimas de la espada. Este es el Faraón y todos sus súbditos -oráculo del Señor-. (Ezequiel 31, 18)

  • Sin embargo, hay en el cielo un Dios que revela los misterios, y que ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá en los días venideros. Tu sueño y las visiones de tu imaginación, cuando estabas en tu lecho, fueron estos: (Daniel 2, 28)

  • Él replicó: "Sin embargo, yo veo cuatro hombres que caminan libremente por el fuego sin sufrir ningún daño, y el aspecto del cuarto se asemeja a un hijo de los dioses". (Daniel 3, 92)

  • Sin embargo, apenas logre afianzarse, su reino será dividido y repartido a los cuatro vientos del cielo, pero no en provecho de sus descendientes, y sin el dominio que él había ejercido. Porque su reino será arrancado de raíz y pasará a otros, distintos de aquellos. (Daniel 11, 4)

  • ¡Yo los he amado!, dice el Señor, y ustedes dicen: "¿En qué nos has amado?". ¿Esaú no era el hermano de Jacob? -oráculo del Señor-. Sin embargo, yo amé a Jacob (Malaquías 1, 2)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina