Found 60 Results for: daba

  • Ella no reconoció que era yo el que le daba el trigo, el vino nuevo y el aceite fresco; el que le prodigaba la plata y el oro que ellos emplearon para Baal. (Oseas 2, 10)

  • Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer. (Oseas 11, 4)

  • Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar. (Lucas 5, 17)

  • Él hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. (Lucas 15, 16)

  • La multitud que había estado con Jesús cuando ordenó a Lázaro que saliera del sepulcro y lo resucitó, daba testimonio de él. (Juan 12, 17)

  • Y con muchos otros argumentos les daba testimonio y los exhortaba a que se pusieran a salvo de esta generación perversa. (Hechos 2, 40)

  • Pedro salió y lo seguía; no se daba cuenta de que era cierto lo que estaba sucediendo por intervención del Ángel, sino que creía tener una visión. (Hechos 12, 9)

  • Pasaron así el primero y el segundo puesto de guardia, y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad. La puerta se abrió sola delante de ellos. Salieron y anduvieron hasta el extremo de una calle, y en seguida el Ángel se alejó de él. (Hechos 12, 10)

  • Esta fue leída y todos se alegraron por el aliento que les daba. (Hechos 15, 31)

  • Un día, mientras nos dirigíamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una muchacha poseída de un espíritu de adivinación, que daba mucha ganancia a sus patrones adivinando la suerte. (Hechos 16, 16)

  • Pero el pecado, aprovechando la oportunidad que le daba el precepto, provocó en mí toda suerte de codicia, porque sin la Ley, el pecado es cosa muerta. (Romanos 7, 8)

  • Porque el pecado, aprovechando la oportunidad que le daba el precepto, me sedujo y, por medio del precepto, me causó la muerte. (Romanos 7, 11)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina