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  • Apenas los había pasado, encontré al amado de mi alma. Lo agarré, y no lo soltaré hasta que lo haya hecho entrar en la casa de mi madre, en la habitación de la que me engendró. (Cantar 3, 4)

  • Yo misma le abrí a mi amado, pero él ya había desaparecido. ¡El alma se me fue detrás de él! ¡Lo busqué, y no lo encontré, lo llamé y no me respondió! (Cantar 5, 6)

  • La Sabiduría no entra en un alma que hace el mal ni habita en un cuerpo sometido al pecado. (Sabiduría 1, 4)

  • Cuídense, entonces, de las murmuraciones inútiles y preserven su lengua de la maledicencia; porque la palabra más secreta no se pronuncia en vano, y una boca mentirosa da muerte al alma. (Sabiduría 1, 11)

  • Fue arrebatado para que la maldad no pervirtiera su inteligencia ni el engaño sedujera su alma. (Sabiduría 4, 11)

  • Su alma era agradable al Señor, por eso, él se apresuró a sacarlo de en medio de la maldad. La gente ve esto y no lo comprende; ni siquiera se les pasa por la mente (Sabiduría 4, 14)

  • Yo era un muchacho naturalmente bueno y había recibido un alma bondadosa, (Sabiduría 8, 19)

  • porque un cuerpo corruptible pesa sobre el alma y esta morada de arcilla oprime a la mente con muchas preocupaciones. (Sabiduría 9, 15)

  • En testimonio de semejante perversidad, humea allí todavía una tierra desolada, los arbustos dan frutos que no llegan a madurar y, como recuerdo de un alma incrédula, se alza una columna de sal. (Sabiduría 10, 7)

  • Entró en el alma de un servidor del Señor y enfrentó a reyes temibles con prodigios y señales. (Sabiduría 10, 16)

  • Después, con un esfuerzo mal empleado, utiliza la misma arcilla para modelar un falso dios, y el que hace eso es un hombre que poco antes nació de la tierra y dentro de poco volverá a la tierra de donde fue sacado, cuando se le pida que devuelva su alma. (Sabiduría 15, 8)

  • Porque desconoce a aquel que lo modeló, al que le infundió un alma capaz de actuar y le transmitió un soplo vital. (Sabiduría 15, 11)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina