Found 82 Results for: Trabajadores de la viña

  • Muchos pastores han arrasado mi viña, han pisoteado mi parcela, han hecho de mi parcela deliciosa un desierto desolado; (Jeremías 12, 10)

  • Lloro por ti como por Iazer, viña de Sibmá; tus sarmientos sobrepasaban el mar, llegaban hasta Iazer. Pero sobre tu cosecha y tu vendimia ha irrumpido un devastador. (Jeremías 48, 32)

  • La cultivarán esos mismos trabajadores, tomados de entre todas las tribus de Israel. (Ezequiel 48, 19)

  • Devastaré su viña y su higuera, de las que ella decía: "Este es el salario que me dieron mis amantes". Las convertiré en una selva y las devorarán los animales del campo. (Oseas 2, 14)

  • Israel era una viña exuberante, que producía su fruto. Cuanto más se multiplicaban sus frutos, más multiplicaba él los altares; cuanto mejor le iba al país, mejores hacía él las piedras conmemorativas. (Oseas 10, 1)

  • Volverán a sentarse a mi sombra, harán revivir el trigo, florecerán como la viña, y su renombre será como el del vino del Líbano. (Oseas 14, 8)

  • ¡Él convirtió mi viña en una desolación e hizo trizas mi higuera; las peló por completo y las derribó, y sus ramas se volvieron blancas! (Joel 1, 7)

  • La viña está seca y la higuera marchita; granados, palmeras y manzanos, todos los árboles del campo se han secado. Sí, el gozo, lleno de confusión, se ha apartado de los seres humanos. (Joel 1, 12)

  • ¡No teman, animales del campo! Los pastizales de la estepa han reverdecido, los árboles producen sus frutos, la higuera y la viña dan sus riquezas. (Joel 2, 22)

  • Sí, el Señor ha restaurado la viña de Jacob y la viña de Israel. Los salteadores las habían saqueado y habían destruido sus sarmientos. (Nahún 2, 3)

  • Porque hay semillas de paz: la viña dará su fruto, la tierra sus productos y el cielo su rocío. Yo daré todo esto como herencia al resto de este pueblo. (Zacarías 8, 12)

  • Yo les espantaré la langosta, para que no destruya los frutos de la tierra y la viña no les quede estéril en el campo, dice el Señor de los ejércitos. (Malaquías 3, 11)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina