Found 1041 Results for: Palacio de David

  • Mientras estaba hablando con ellos, subió del frente filisteo el luchador llamado Goliat, el filisteo de Gat. Pronunció las mismas palabras, y David lo escuchó. (I Samuel 17, 23)

  • David preguntó a los hombres que estaban con él: "¿Qué le harán al hombre que derrote a ese filisteo y ponga a salvo el honor de Israel? Porque ¿quién es ese filisteo incircunciso para desafiar a las huestes del Dios viviente?". (I Samuel 17, 26)

  • David replicó: "Pero ¿qué he hecho? ¿O ni siquiera se puede hablar?". (I Samuel 17, 29)

  • Los que habían oído las palabras que dijo David se las comunicaron a Saúl, y este lo mandó llamar. (I Samuel 17, 31)

  • David dijo a Saúl: "No hay que desanimarse a causa de ese; tu servidor irá a luchar contra el filisteo". (I Samuel 17, 32)

  • Pero Saúl respondió a David: "Tú no puedes batirte con ese filisteo, porque no eres más que un muchacho, y él es un hombre de guerra desde su juventud". (I Samuel 17, 33)

  • David dijo a Saúl: "Tu servidor apacienta el rebaño de su padre, y siempre que viene un león o un oso y se lleva una oveja del rebaño, (I Samuel 17, 34)

  • Y David añadió: "El Señor, que me ha librado de las garras del león y del oso, también me librará de la mano de ese filisteo". Entonces Saúl dijo a David: "Ve, y que el Señor esté contigo". (I Samuel 17, 37)

  • Saúl vistió a David con su propia indumentaria, le puso en la cabeza un casco de bronce y lo cubrió con una coraza. (I Samuel 17, 38)

  • Después, David se ciñó la espada de Saúl por encima de su indumentaria, e hizo un esfuerzo para poder caminar, porque no estaba entrenado. Entonces David dijo a Saúl: "No puedo caminar con todas estas cosas porque no estoy entrenado". Y David se las quitó. (I Samuel 17, 39)

  • El filisteo se fue acercando poco a poco a David, precedido de su escudero. (I Samuel 17, 41)

  • Y al fijar sus ojos en David, el filisteo lo despreció, porque vio que era apenas un muchacho, de tez clara y de buena presencia. (I Samuel 17, 42)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina