Found 331 Results for: Cristo crucificado

  • Porque Cristo no me envió a bautizar, sino a anunciar la Buena Noticia, y esto sin recurrir a la elocuencia humana, para que la cruz de Cristo no pierda su eficacia. (I Corintios 1, 17)

  • nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, (I Corintios 1, 23)

  • Por él, ustedes están unidos a Cristo Jesús, que por disposición de Dios, se convirtió para nosotros en sabiduría y justicia, en santificación y redención, (I Corintios 1, 30)

  • Al contrario, no quise saber nada, fuera de Jesucristo, y Jesucristo crucificado. (I Corintios 2, 2)

  • aquella que ninguno de los dominadores de este mundo alcanzó a conocer, porque si la hubieran conocido no habrían crucificado al Señor de la gloria. (I Corintios 2, 8)

  • Porque ¿quién penetró en el pensamiento del Señor, para poder enseñarle? Pero nosotros tenemos el pensamiento de Cristo. (I Corintios 2, 16)

  • Por mi parte, no pude hablarles como a hombres espirituales, sino como a hombres carnales, como a quienes todavía son niños en Cristo. (I Corintios 3, 1)

  • pero ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios. (I Corintios 3, 23)

  • Los hombres deben considerarnos simplemente como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. (I Corintios 4, 1)

  • Nosotros somos tenidos por necios, a causa de Cristo, y en cambio, ustedes son sensatos en Cristo. Nosotros somos débiles, y ustedes, fuertes. Ustedes gozan de prestigio, y nosotros somos despreciados. (I Corintios 4, 10)

  • Porque, aunque tengan diez mil preceptores en Cristo, no tienen muchos padres: soy yo el que los ha engendrado en Cristo Jesús, mediante la predicación de la Buena Noticia. (I Corintios 4, 15)

  • Por esta misma razón les envié a Timoteo, mi hijo muy querido y fiel en el Señor; él les recordará mis normas de conducta, que son las de Cristo, y que yo enseño siempre en todas las Iglesias. (I Corintios 4, 17)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina