Found 163 Results for: tenían
tenía cuatro hijas que se habían quedado vírgenes y tenían el don de profecía. (Hecho de los Apóstoles 21, 9)
Al día siguiente hizo soltar a Pablo. Quería conocer con certeza cuáles eran los cargos que los judíos tenían contra él, y mandó que se reunieran los jefes de los sacerdotes y todo el Consejo que llaman Sanedrín. Después hizo bajar a Pablo para que compareciera ante ellos. (Hecho de los Apóstoles 22, 30)
Luego declaró que sus acusadores tenían que presentarse ante ti. Si tú lo interrogas, podrás comprobar todas las cosas de que lo acusamos.» (Hecho de los Apóstoles 24, 8)
Sólo tenían contra él cuestiones referentes a sus creencias y a un cierto Jesús, ya muerto, de quien Pablo afirma que vive. (Hecho de los Apóstoles 25, 19)
Como hacía días que no comíamos, Pablo se puso en medio y les dijo: «Amigos, ustedes tenían que haberme escuchado y no salir de Creta, pues nos habríamos ahorrado este peligro y esta pérdida. (Hecho de los Apóstoles 27, 21)
Allí los hermanos salieron a nuestro encuentro hasta el Foro Apio y Tres Tabernas, pues ya tenían noticia de nuestra llegada. Pablo al verlos dio gracias a Dios y se llenó de ánimo. (Hecho de los Apóstoles 28, 15)
Así, pues, demos gracias a Dios, porque antes tenían como dueño al pecado, pero han obedecido de todo corazón a esa doctrina a la cual se han entregado. (Carta a los Romanos 6, 17)
Si otros compartieron lo que ustedes tenían, con mayor razón lo podíamos hacer nosotros, pero no hicimos uso de este derecho y lo soportamos todo para no crear obstáculos al Evangelio de Cristo. (1º Carta a los Corintios 9, 12)
Compartí también los escrúpulos de los que tenían conciencia poco firme, para ganar a los inseguros. Me he hecho todo para todos con el fin de salvar, por todos los medios, a algunos. (1º Carta a los Corintios 9, 22)
La Escritura dice: Repartió, dio a los que tenían hambre; sus méritos permanecen para siempre. (2º Carta a los Corintios 9, 9)
En aquel tiempo no esperaban un Mesías, no tenían parte en el pueblo de Israel y no les correspondían las alianzas de Dios ni sus promesas; ustedes vivían en este mundo sin esperanza y sin Dios. (Carta a los Efesios 2, 12)
Por tanto, amadísimos míos, que siempre me han escuchado, sigan procurando su salvación con temor y temblor; y si lo hicieron cuando me tenían presente, háganlo más todavía cuando estoy lejos. (Carta a los Filipenses 2, 12)