Found 3425 Results for: tan

  • Pero detrás de ellas subieron otras siete vacas tan flacas y feas como no había visto nunca en todo Egipto. (Génesis 41, 19)

  • Pero una vez que las tuvieron en su vientre, no se notaba en absoluto, pues seguían tan flacas y feas como antes. Entonces me desperté. (Génesis 41, 21)

  • Como dije a Faraón, Dios le está manifestando lo que está para suceder. (Génesis 41, 28)

  • Tan terrible será la escasez que sobrevendrá, que ya nadie volverá a recordar los tiempos de abundancia. (Génesis 41, 31)

  • Y quitándose el anillo de su dedo, lo puso en el dedo de José; lo hizo vestir con ropas de lino fino y le puso un collar de oro en el cuello. (Génesis 41, 42)

  • Luego lo hizo subir a la segunda carroza del palacio e iban gritando delante de él: «¡Abran camino!» Así quedó José al frente de todo el país de Egipto. (Génesis 41, 43)

  • Y así José juntó una cantidad de trigo tan enorme como la arena del mar, hasta tal punto que perdieron la cuenta, pues sobrepasaba todo cálculo. (Génesis 41, 49)

  • Al saber Jacob que había trigo en Egipto, dijo a sus hijos: «¿Por qué se están ahí mirándo el uno al otro? (Génesis 42, 1)

  • Si han dicho la verdad, que se quede sólo uno de ustedes como prisionero en la casa de la guardia donde ahora están, y los demás llevarán el trigo que tanta falta hace en sus casas. (Génesis 42, 19)

  • Entonces el señor del país, nos dijo: "Para que yo pueda comprobar si ustedes dicen la verdad, se va a quedar conmigo uno de ustedes; mientras tanto tomen lo que hace falta en sus casas y márchense. (Génesis 42, 33)

  • Ellos contestaron: «Aquel hombre nos interrogó con tanta insistencia sobre nosotros y nuestra familia: ¿Vive todavía el padre de ustedes? ¿Tienen algún otro hermano? Y nosotros contestamos a esas preguntas. ¿Cómo ibamos a imaginar que nos diría: Tráiganme a su hermano?» (Génesis 43, 7)

  • Si no nos hubiéramos demorado tanto, a estas horas ya hubieramos vuelto dos veces.» (Génesis 43, 10)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina